Cuando niño recibí de regalo uno de los libros de la saga de Sandokán. Tanto me enganché con ella que me leí cinco de ellos. Pero claro, me costó conseguir el que dio origen a al historia del Tigre de Mompracem, el primero de todos… los editores les cambiaron los nombres originales o de un libro te hacían dos… que se yo… conseguí uno pero no era ni la sombra del escrito por Salgari.
El tiempo me dio el desquite, a veinticinco años de haber leído por primera vez sobre Sandokán, Yánez de Gomara y sus “Tigrecillos”, pude cumplir con aquel anhelo del niño que fui y acabo de disfrutar del “Los Tigres de la Malasia” (o “Los Tigres de Mompracem), escrito por Salgari a sus treinta y tres años.
Introducirse al mundo de Emilio Salgari es zambullirse a una seguidilla de historias contadas en presente… ¿Y qué con eso?... es que la mayoría de los libros se narran en pretérito perfecto simple, lo que da una lejanía entre el tiempo en que sucedieron los hechos y el de la narración, (fue, hizo, levantó…)…
Al contar en presente todo se acerca, parece que fuera un amigo quien emocionado nos relata que está pasando… he aquí el secreto del relato de Salgari. Por esto, es una historia que se lee de un tirón, te atrapa su cadena de aventuras y desventuras, y parece que uno esta viendo cada secuencia narrada cinematográficamente.
La historia se centra en la vida de un príncipe de la isla de Borneo quien siendo un preadolescente en 1824 le toca padecer la sanguinaria intromisión de las expansionistas tropas inglesas, las que con su alma de sicarios inescrupulosos mataron a todos los miembros de la corte, menos a uno, al pequeño Sandokán, quien logra huir junto a un grupo de fieles súbditos, y establecerse en la pequeña isla de Mompracem, la cual se convertirá en su base de operaciones.
A partir de allí podría decirse que muere el príncipe y nace el tigre vengador, quien jura venganza contra la corona inglesa y odio a todo ser de raza blanca… El Tigre de la Malasia es un felino herido, que tuvo que renacer de las cenizas, aferrándose a su sable y volviéndose el pirata más temible que surcara el Indico.
Sandokán no esta solo en su cruzada, lo acompañan el refinado y bravío portugués Yánez de Gomara[1], - su lugarteniente - con quien afectivamente se llaman “hermanito” y cientos de filibusteros malayos corajudos y aguerridos - a quienes apodó sus “tigrecillos” -,… todos ellos serán los camaradas con quienes contará en su cruzada personal.
El tiempo pasó, y veinticinco años después, este querido pirata, ya rondando los treinta y un años de edad sentirá su alma saltar de bríos en su pecho… pues Sandokán se enamoró… pero quiso el destino que sea de una bella y joven inglesa… ¿Qué pasará? ¿Los Lords dejarán que este amor fecunde? ¿Dejarán de ver a Sandokán como a un sanguinario pirata cuya cabeza tiene precio?...
Ese es el eje de este libro… no te lo pierdas… Disfrutalo!
Ariel
[1] O Gomera, dependiendo de la traducción.