He vuelto a ver esta impecable película que Brad Bird dirigiera para toda la familia, bajo el signo Disney. De ella pude rescatar varios mensajes:
- Un gran artista puede provenir de un origen humilde.
- El único límite es tu alma.
- No hay que ser fatalista.
- Si te enfocas en lo que pasaste, no podrás ver lo que te espera.
- Siempre puedes soñar.
- A veces nos ayuda, cambiar la mirada sobre las cosas que nos toca vivir.
- Existe vida después de la muerte.
- Hay seres de luz vienen a ayudar desde el otro plano.
- Es bueno confiar nuestros sueños más profundos, con quienes nos aman.
- No hay que robarle mérito a nadie.
- Hay que ayudarse mutuamente.
- La vida nos pone a prueba, y hay quienes quieren vernos fracasar.
- Muchos piensan: “A mí me costó llegar a donde estoy; que a él también le cueste”.
- Siempre hacer algo inesperado.
- La gente necesita que la escuchen sinceramente. -
- La palabra tiene valor.
- Lo primero es la familia.
- El cambio es nuestra opción y se inicia cuando se decide.
- Los que nos aman quieren cuidarnos del peligro, pero muchas veces pueden anularnos como personas, creyendo hacernos bien.
- El opuesto a “Crear” es “Robar”.
- La gente suele vernos de una manera distinta a la que somos.
- Cuando nos dañan, suelen sacar lo peor que tenemos.
- Hay que saber tolerar y perdonar.
- Cuando se pierde la confianza, no es fácil reestablecerla.
- El camino es el diálogo y ponerse en lugar del otro.
- Un periodista – y la gente en general – debe tomar conciencia a la hora de opinar, pues puede hacer mucho daño.
Ariel R.