Rescato del Maestro Kon (Confucio),

551- 479 A.C.; del libro Analectas [1]:

 

 

Ocho Virtudes Elementales:

 

  1. El respeto a los demás
  2. La Tolerancia
  3. El Perdón
  4. La Fidelidad
  5. La Devoción
  6. La Confianza
  7. El Deber
  8. El Culto a los Antepasados

 

Sobre la Virtud:

 

-   Una virtud nunca puede subsistir aislada; siempre ha de hallarse protegida por otras virtudes.

-   No he hallado a nadie que amase las virtudes con la misma intensidad con que se ama la belleza corporal.

-   ¿Hay que pagar el odio con virtud?

El Maestro respondió:

-   ¿Cómo se pagará entonces la virtud? El odio se paga con justicia, la virtud con virtud.

-   El hablar rebuscado confunde la virtud.  La poca capacidad de sufrimiento acaba desbaratando los grandes proyectos.

-      Raras veces los hombres reconocen los defectos de aquellos a quienes aman, y no acostumbran tampoco a valorar las virtudes de aquellos a quienes odian.

-   “Cuando se honra a los muertos y se mantiene viva la memoria de los antepasados remotos, la virtud de un pueblo se halla en su plenitud”. 

-   “Nunca he conocido a alguien que preciase la virtud tanto como el sexo.”

-   “Si un hombre acepta la virtud sin demasiada convicción y sigue en la Vía sin demasiada determinación, ¿podríamos realmente decir que está realmente aceptando la virtud y siguiendo la Vía?”

 

Sobre el Noble:

 

-   ¿En qué consiste la bondad? En amar a todos los hombres. ¿En qué consiste la ciencia? En conocer a los hombres. El noble no expresa nunca su parecer sobre las cosas que no comprende. Busca la máxima precisión en sus palabras; esto es lo más importante.

-   El noble personifica la honestidad, el hombre común el provecho personal

-   “Sé un noble erudito y no un vulgar arrogante.”

-   Si el noble no es serio, carecerá de credibilidad y su enseñanza no cuajará. El noble es el primero en ser recto y sincero, no tiene amigos inferiores a sí mismo y con el paso del tiempo no teme reeducarse.

-   El hombre noble es completo y diferenciado; el hombre común, igualado e incompleto.

-   El noble carece de disposición para pelear. Aunque, por supuesto, también [sabe] dar golpes. Al acabar la pelea saluda y así se eleva [sobre el adversario], baja [de nuevo al nivel del adversario] y bebe [en su compañía]. El pelear del noble es asimismo noble.

-   El noble exige todo de sí mismo, el hombre común exige todo de los demás.

-   El noble no ensalza a un hombre por sus palabras; ni desecha unas palabras por el hombre.

-   Quien desconoce el mandato del cielo, no puede llegar a ser una persona noble; quien desconoce la buena educación, no puede obrar con fundamento; quien desconoce las palabras no puede conocer a los hombres.

-   El hombre noble, se adapta a cualesquier circunstancia en que se encuentre, con tal de mantenerse siempre en el centro.

-   El hombre noble en cuanto consigue una nueva virtud, se apega a ella, la perfecciona en su interior y ya no la abandonaba en toda la vida.

 

Varios:

 

-   El que habla en exceso y sin cordura raras veces pone en práctica lo que dice. El hombre noble nunca teme que sus palabras superen a sus obras.

-   No debe afligirnos el que los hombres no nos conozcan. Lo lamentable es que no seamos dignos de ser conocidos por los hombres.

-   Repasar lo antiguo y conocer lo nuevo, el que así obra puede llegar a ser maestro de otros.

-   Aprender sin pensar es engañarse, pensar sin haber aprendido es peligroso.

-   Un hombre falto de sinceridad me resulta inconcebible. ¿Cómo podría moverse un carro grande sin lanza o un carro pequeño sin yugo?

-   El camino del maestro es la fidelidad [al deber ser del ser humano] y la reciprocidad [en las relaciones con los hombres], eso es todo.

-   Al conocer a un hombre de valía hay que mirar cómo igualarle; cuando se conoce a un hombre mediocre hay que mirar dentro de uno y examinarse.

-   Si la animalidad sobrepasa a la racionalidad hay salvajismo, si la racionalidad supera a la animalidad hay servilismo. Sólo cuando animalidad y racionalidad son cultivadas a la par se llega a ser dueño de sí.

 

Gong preguntó:

-   ¿Hay alguna palabra capaz de expresar lo que se debe hacer en toda ocasión? 

El Maestro respondió:

-   ¡Esa palabra es “reciprocidad”. Lo que para ti no quieras no debes hacerlo a otro.

-   Debe indagarse el por qué la mayoría detesta algo, o por qué lo ensalza.

-   Es el hombre quien hace grande el camino que toma, no el camino lo que hace grande al hombre.

-   Sólo el de más alto saber y el de más honda estupidez permanecen invariables.

-   La cortesía que debe presidir nuestras actuaciones cotidianas se fundamenta principalmente en el respeto y comprensión hacia todos.

-   Se puede calificar de "hombre superior" el que primero pone en práctica sus ideas, y después predica a los demás lo que él ya realiza.

-   Aprende a escuchar sin descanso para disipar tus dudas; mide tus palabras, para que nada de lo que digas sea superfluo; sólo de este modo lograrás evitar todo error. Obsérvalo todo, para prevenir los daños que pudiera ocasionarte una insuficiente información. Controla tus acciones, y así no tendrás que arrepentirte con frecuencia de ellas. En cuanto hayas conseguido que tus palabras sean normalmente rectas, y no debas arrepentirte con frecuencia de tus acciones, serás digno del cargo que ocupas.

-   Conocer lo que es justo y no practicarlo es una cobardía.

-   Cuando empecé a tratar con los hombres, escuchaba sus palabras y confiaba en que sus acciones se ajustarían a las mismas. Ahora, al tratar con los hombres, escucho sus palabras y al propio tiempo observo sus acciones.

-   Si todavía no sabemos lo que es la vida, ¿Cómo puede inquietarnos el conocer la esencia de la muerte?

-   “Nunca negué mis enseñanzas a nadie que las buscase, aunque fuera demasiado pobre para ofrecer algo más que un detalle de agradecimiento por su educación.”

-   “Tal vez haya personas que puedan actuar sin conocimiento, pero yo no soy una de ellas. El mejor sustituto para el conocimiento innato es escuchar mucho, escoger lo mejor y seguirlo; ver mucho y conservar la imagen.”

Zigong dijo:

 

-   «Si tuvieras una valiosa pieza de jade, ¿la esconderías a salvo en una caja, o intentarías venderla por un buen precio?»

El Maestro respondió:

-   “¡La vendería! ¡La vendería! Lo que estoy esperando es la oferta adecuada.”

-   “Es posible privar a un ejército de su comandante en jefe; pero no se puede privar al más humilde de los hombres de su libre voluntad.” 

-   “Un caballero se rige por tres principios: su humanidad desconoce la ansiedad; su sabiduría carece de dudas; su valor desconoce el miedo.”

-   “Quien día tras día recuerda lo que todavía tiene que aprender, y mes tras mes no olvida lo que ya ha aprendido, es realmente alguien a quien le apasiona el conocimiento.”

-   “Amplía lo que aprendes y mantente en tu propósito; investiga de cerca y reflexiona sobre las cosas que están a mano. Entonces encontrarás la plenitud de tu humanidad.”

-   “Existen Cuatro Males: El terror que reposa en la ignorancia y en el crimen. La tiranía que exige resultados sin órdenes adecuadas. La extorsión, que se lleva a cabo a través de órdenes contradictorias. Los funcionarios que dan de mala gana a la gente lo que les es debido.”

 

 



[1]  Serie discontinua de afirmaciones breves, diálogos y anécdotas recopiladas por sus discípulos a lo largo de 75 años, tras la muerte de Confucio.