Saber del Pueblo…

(¡Bien ahí!)

 Cba., 31 de enero de 2012

 

 

El término folklore hace alusión a las creencias, costumbres y conocimientos de la cultura – música, literatura, artesanías, juegos típicos, comidas, etc.- de un pueblo. Su origen se pierde en el tiempo; por lo que es de autor anónimo.

El folklore se transmite y conserva de generación en generación, de boca en boca,  por observación o por imitación.

Este término fue acuñado en 1846 por el anticuario inglés William John Thoms, y significa “Saber del Pueblo”.

Para que algo sea folklórico debe estar incluido en una de estas cinco grandes áreas: Creencias populares, costumbres, relatos, canciones y refranes, y arte popular.

Con el paso de los años, las historias, costumbres o comidas populares pueden ir cambiando y teniendo características culturales distintas, según el pueblo o región.

A nivel musical, los intérpretes y cantantes actualmente no se encasillan en un solo tipo de música y se nutren de ritmos e instrumentos no folklóricos.

Paralelamente, muchas regiones adoptan como música característica a ritmos que poseen un autor conocido, y que por lo tanto, no entran en la catalogación internacional de folklore, pero si en la de música popular.

 Esta escisión notoria a la hora de la rotulación entre el folklore y música popular, genera rispideces en todo el mundo. El pueblo brasilero hace décadas que adoptó el Bossa Nova como su ritmo representativo por antonomasia, el cual no es folklore, pero si M. P. B., - Música Popular Brasilera -.  Esta situación, en nuestra patria es la sufrida por el tango en Buenos Aires y el cuarteto en Córdoba.

Ayer estuvo Carlos “La Mona” Jiménez cerrando una de las noches del “Festival Nacional de Folklore de Cosquín”, y volvieron las pugnas de si incorporar cuarteto era una opción a lugar o errónea.

Que el cuarteto NO es folklore, es sabido – fue creado por la familia Marzzano / Gelfo, fusionando accidentalmente el pasodoble y la tarantela -, pero no podemos negar de que es una música popular nacida en Córdoba, adoptada por la mayoría de nuestro pueblo.

Si se le dice NO al cuarteto en los festivales folklóricos argentinos, también habría que hacer lo mismo con la chamarrita, el tango… o limitar a músicos de espectro musical amplio – como León Gieco, Abel Pintos, Los Nocheros, Luciano Pereyra, por nombrar algunos -   de que se atengan solo a un repertorio folklórico y no canten en el escenario Atahualpa Yupanqui ni rap, ni rock, ni heavy, ni baladas

Ojo, no tengo nada en contra de estos músicos arriba nombrados, ni de su arte, pero me parece justo medir a todos con la misma vara.

 

Fin

 

                                      Lic. E. Ariel Rodríguez G. 

 

                                    

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