Cba., 22 de febrero de 2012
La ancestral pregunta de quién fue primero, si el huevo o la gallina, no lleva a ninguna parte, y se pierde un lindo tiempo en banales hipótesis.
¿Y a qué viene esto?... viene a que sencillamente preguntarnos si en Río Ceballos ¿Los vecinos son sucios por que no hay un buen sistema de recolección de residuos? O que más allá del deficiente servicio prestado municipalmente, los vecinos no cuidan su hábitat… ¡Total, la sierra es grande, y… ¡¿Qué le va a hacer un poco de mugre a ese descampado?!… ¡Creerán que todo lo que tiran es biodegradable!... o lo peor, ni les importa.
Esto es biodesgraciable... ¡La costanera es una mugre!... pañales y profilácticos usados, latas herrumbradas, cajas de vino, botellas plásticas de gaseosa y bolsas de residuos recién anudadas, telgopor y otras tantas cosas más, forman parte del “colorido” paisaje serrano, durante todo el año.
Es de no creer, pensar que hace unos años era el lugar ideal para hacer un picnic con amigos o en familia…
El tema no termina ahí, si uno sube por la montaña, - ya por camino o senderos – a este triste paisaje se le agregan lavarropas viejos, una cocina herrumbrada, un calefón, ropa vieja, vidrio molido, restos de los que fuera la porcelana de tasas, platos y demás…
Creo ya haber descripto el triste paisaje de un basural a cielo abierto, que los vecinos tenemos que padecer diariamente…
Si a todo lo nombrado se le agrega la irregular recolección de residuos; que excluye todo lo que no sean livianas bolsitas de supermercado llenas medianamente… podemos cantar ¡BINGO!
Es cierto que los muchachos de la muni no cuentan con todos los camiones compactador de residuos necesarios, y su labor por la montaña no debe ser cosa fácil… pero lo mismo…. ¡Tienen que hacer algo!
Según el funcionario a cargo de la recolección, ellos solo están comprometidos – según la ordenanza vigente – a recolectar residuos hogareños tres veces a la semana. Excluyendo de dicho servicio la poda, hojas secas, pasto, escombro y basura electrónica.
Este descuido concreto y descarado por nuestra ciudad pueblo, se ve irónicamente decorado por la cereza del postre… el que no te quieran entregar bolsitas de nylon en el súper, pues no son biodegradables, y si tienen de estas últimas están prohibidas, pues son un pueblo “Ecológico”, y te las mezquinan… y dan muy raleadas...
¿Ser ecológicos no incluiría toda una política ambiental? Digo, cuidar de que el súper no entre bolsas dañinas para el ecosistema, debería ir aparejado de otras actitudes coherentes en otros aspectos de la vida diaria; a saber: agregar tachos de residuos en todas las arterias principales del pueblo, y no solamente en la zona del centro. Recolectar todos los residuos… ¿Si de esto no se debe encargar el gobierno… quien debe hacerlo? A su vez, los habitantes, - no le echemos la culpa a los turistas - tiremos la basura en su lugar… y quienes nos representan – del color político que sean - tomen el sartén por el mango…
A quienes están en el mando y a todo el pueblo les pido que pensemos por un minuto… ¿Este estado calamitoso de higiene urbana es el que realmente queremos para nuestra ciudad?
Ariel