Cba., 17 de Mayo de 2013
En la provincia donde vivo, el treinta por ciento (30 %) de los salarios de docentes pertenecientes a algunas Instituciones de Educación Privada, de los tres niveles, (primario, secundario y terciario) es solventado por el gobierno provincial; para que a los papás no les salga “muy cara la cuota”, o “para cuidar esa fuente de trabajo”…
Es entendible, pues haciendo un sacrificio abrumador algunas familias clase media cordobesas, pueden llegar a pagar para el colegio de sus hijos digamos $700… cuota que superaría la barrera de los $1.000 sin el subsidio provincial arriba nombrado.
Ahora les invito a dar vuelta el mostrador por un momento y juntos ver de donde salen los fondos para la educación privada:
A todos los que vivimos en Córdoba – ya sea como inquilinos o propietarios – se nos es Impuesto pagar las Rentas Provinciales, fuente principal para llenar las arcas económicas del gobierno.
Este impuesto no solo lo pagan los de clase alta, sino los de media y baja…, (aunque algunos lo hagan con retardo, acogiéndose a moratorias). Así también lo pagan por igual quienes tienen hijos, como quienes no.
El tema es que –por desgracia- aunque se hable mucho de la No Discriminación y exista el INADI, los criterios y valores insertos en el seno mismo de la sociedad, y de cada familia en particular, no se cambian de la noche a la mañana.
Por lo que, paradójicamente la plata de aquel obrero clase baja, -que se rompe el lomo para llegar a fin de mes decentemente- y que sólo le dan los números para enviar a su hijo a una escuela pública, termina pagándole el sueldo a un docente de escuela privada, para que otro niño, (de un estrato social más elevado), sea educado.
Por si esto fuera poco, muchos de estos “nenes de escuela privada” discriminan, y rotulan a los “chicos de escuela pública”, tildándolos muchas veces de “negros de m….”
Por lo que me parece que debe acabar este subsidio a las Instituciones Educativas Privadas, (seculares o de credo alguno), y que estas se solventen con el dinero de los padres. Y aquella familia que no llega a los altos costos de esa cuota, que envíe sus hijos a la escuela pública.
Qué la escuela pública está venida a menos, me dirán… mire, la hacemos todos, desde el gobernador, pasando por el ministro de educación, la directora, los preceptores, docentes, alumnos y padres…. Es decir, si hay que hacer un cambio, lo HAGAMOS ENTRE TODOS, haciéndonos cargo de nuestras responsabilidades, y llamando a cada cosa por su nombre. Que la escuela privada lo sea con todas las letras y no con dinero proveniente del erario público.
Cuando se crearon los peajes en las R. A. C., (o rutas de acceso a Córdoba), el por entonces gobernador argumentó que era hecho con el fin de que sólo pagaran la manutención de “equis” ruta provincial quienes la usaban. Siguiendo el mismo criterio, podríamos decir que todo lo relativo a la educación privada, (manutención edilicia, salarios, etc.) sea solventado por quienes hacen uso de ella.
Y si a alguna institución educativa privada no le cierran los números de manera tamaña, y sin este subsidio debe cerrar sus puertas, que pase –legalmente- sus instalaciones a la provincia para que esta se vuelva un IPEM, (Instituto Provincial de Educación Media), con todas las letras.
Lic. E. Ariel Rodríguez G.